El proceso de indemnización por daños psicológicos es un proceso delicado pero crucial para aquellos que han experimentado sufrimiento emocional debido a diversas situaciones. Aquí desglosamos qué implica reclamar una compensación por daños psicológicos y cómo el peritaje médico puede ser fundamental en estos casos.
¿Qué es el daño psicológico y sus consecuencias?
El daño psicológico se refiere al deterioro de la salud mental de una persona como consecuencia de eventos traumáticos causados por negligencia u omisión. Este tipo de perjuicio puede manifestarse de diversas maneras: angustia, depresión, agresividad, taquicardia, pérdida de cabello, tics, bloqueos, fobias, desconcentración, cambios de humor repentinos, somnolencia, trastornos gastrointestinales, problemas respiratorios y otras secuelas psíquicas.
Es importante diferenciar el daño psicológico del maltrato psicológico. Mientras que el primero puede surgir directa o colateralmente de eventos traumáticos, son efectos en una persona, el maltrato psicológico implica una exposición prolongada y deliberada de una persona sobre otra con conductas perjudiciales.
Situaciones en las que se puede reclamar la indemnización por daños psicológicos
Las circunstancias que pueden dar lugar a una reclamación por daños psicológicos son variadas y pueden incluir accidentes de tráfico súbitos, agresiones violentas, pérdida de seres queridos, situaciones traumáticas como secuestros, abuso sexual, bullying, robos, asesinatos, atentados terroristas, etc. El tiempo y la dificultad para probar estos daños psicológicos a menudo complican el proceso de indemnización.
Es esencial obtener un informe pericial psicológico que evalúe la intensidad y la duración del daño psicológico. Este informe, basado en un examen exhaustivo, puede ser de vital importancia para respaldar la reclamación y determinar la compensación económica justa.
Reclamación a la aseguradora la indemnización por daños psicológicos
La víctima, tras experimentar el daño psicológico, debe presentar una reclamación a la aseguradora, proporcionando pruebas sustanciales de las secuelas psíquicas. La declaración de la víctima, junto con el informe pericial, son elementos fundamentales para respaldar la solicitud de indemnización.
En casos de víctimas mortales, los familiares también tienen derecho a reclamar compensación por el dolor emocional sufrido. Sin embargo, la indemnización debe ajustarse a los baremos establecidos y demostrar la conexión directa entre el evento traumático y el daño psicológico.
La reclamación de indemnización por daños psicológicos requiere una comprensión profunda del evento traumático y el perjuicio emocional. Estas demandas son de las más polémicas y difíciles de demostrar, aún más si no hay testigos, o pruebas, en la que sólo existe la declaración de la víctima, por lo que para probar estos daños hacen que la intervención de un perito médico sea muy importante. Si has experimentado daño psicológico, busca asesoramiento legal y pericial para respaldar tu declaración.
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